2009-12-19

Inundación súbita de un Mediterráneo desértico

Recreación artística del proceso de relleno
del Mediterráneo 
[Imagen: Roger Pibernat; licencia: CC-BY]
Hace unos 6 millones de años, debido a un levantamiento tectónico del Estrecho de Gibraltar, el Mar Mediterráneo quedó aislado del Océano. La mayoría de investigadores de este proceso piensan que este mar fue entonces desecado por la evaporación. Y durante esta desecación, los principales ríos que desembocan en el Mediterráneo excavaron profundas gargantas en los márgenes de la cuenca Mediterránea, desembocando en lagos salinos situados en las partes más profundas de dicha cuenca, a más de un kilómetro y medio de profundidad.
Este último año, hemos estudiado un valle excavado en el fondo del mar, que cruza el estrecho de Oeste a Este, cubierto por algunos cientos de metros de sedimento acumulados durante los últimos 5 millones de años. Hasta ahora, este valle había sido interpretado como una de esas gargantas fluviales excavadas durante la desecación del Mediterráneo, como ocurrió en la desembocadura del Ebro, del Nilo o del Ródano. Hemos questionado esta interpretación porque requeriría la presencia (improbable) de un gran río en la zona del estrecho y porque además la erosión se observa en las dos vertientes (atlántica y mediterránea) del estrecho. En cambio, hemos encontrado evidencias que sugieren que la erosión pudo ser producida por la inundación que reconectó el Atlantico con el Mediterráneo. El estudio ahora publicado (Garcia-Castellanos et al., Nature, 2009; pdf aquí) muestra que cuando las aguas del Atlántico empezaron a reinundar el Mediterráneo a través del estrecho, el desnivel entre ambos mares hizo que el agua entrante produjera una rápida erosión, profundizando su propio cauce y desencadenando la mayor y más abrupta inundación que conocemos en la Tierra. El valle erosivo que dejó este proceso en el fondo marino tiene al menos 200 km de longitud, unos 8 km de anchura y varios cientos de metros de profundidad. De forma parecida a este video, la erosión se propagó corriente arriba, explicando porqué sus efectos se ven decenas de kilómetros al oeste del estrecho, en el Golfo de Cádiz.
La retroalimentación entre el caudal de agua entrante y el tamaño del canal de entrada agrandado por la erosión desembocó en flujos de hasta 1000 veces el actual río Amazonas. Según los cálculos de ese estudio, el Mediterráneo pudo llenarse en tan sólo 2 años, a un ritmo de hasta 10 metros diarios.

2009-11-08

Documental - Inundación zancliense del Mediterráneo

Documental sobre la inundación post-Mesiniense del Mediterráneo.
Extractado del documental de la BBC "Europa Salvaje nº1 - Génesis". BBC Worldwide Limited, 2005.
Dirección: Marin Hughes James, Naruekke Wyse, Simon Bell, Tom Hughes Jones.

2009-06-07

Una antigua desecación del Mediterráneo encarece el Túnel del Estrecho

La mayor inundación que conocemos es probablemente la que puso fin a la desecación parcial del Mediterráneo hace 5.3 millones de años, que transformó un enorme desierto a 1500 metros de profundidad en el mar que hoy conocemos.


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Cuando hace unos años los ingenieros del túnel que debía unir Europa y África estudiaron el subsuelo del Estrecho de Gibraltar se encontraron con un problema inesperado: un surco de varios cientos de metros de profundidad, rellenado por sedimentos poco consolidados, atraviesa el estrecho de este a oeste. El túnel debería inevitablemente atravesar estos sedimentos, encareciendo la construcción del túnel muy por encima de lo presupuestable.

Recientemente, un grupo de científicos del CSIC interesados en la evolución geológica del Mediterráneo nos encontramos con los resultados de aquellos estudios. Según unos modelos numéricos (simulaciones por ordenador) que habíamos realizado, la célebre desecación del Mediterráneo que tuvo lugar en el Mesiniense tenía que haber terminado, de acuerdo con aquellos cálculos, con una enorme inundación una vez que las aguas del Atlántico encontraron un camino a través del actual estrecho. Además, los modelos predecían que el enorme flujo de agua que involucró esta inundación produjo una erosión considerable que actualmente debería ser observable bajo las capas de sedimentos del Estrecho y del Mar de Alborán.
Con el afán de encontrar pruebas de esta inundación, nos dirigimos a distintos grupos que conocían en detalle las numerosas secciones verticales del fondo marino (perfiles sísmicos, en el argot) que se han obtenido en los últimos 20 años en la región. En realidad, no hizo falta llegar a ver esos perfiles: la existencia de un importante canal erosivo como el que los ingenieros del túnel descubrieron en el lado oeste del estrecho, era ya bien conocida en el lado oriental, el Mar de Alborán. Pero había sido atribuido a un origen bien distinto a la inundación: durante la desecación del Mediterráneo (la llamada crisis salina del Mesiniense debido a la precipitación masiva de sal en todo el Mediterráneo con acumulaciones de varios kilómetros en algunos lugares de sus zonas más profundas), los ríos que desembocaban en el desaparecido mar excavaron impresionantes gargantas en los deltas donde antes depositaban sus sedimentos. Los geofísicos de los años 90 pensaron que aquel canal erosivo era fruto de uno de esos ríos, pero ahora sabemos que la misma incisión continúa al otro lado del estrecho, donde el nivel del mar se parecía al actual, y que en la zona no hubo tampoco una cuenca hidrográfica tan grande como para encauzar suficiente agua para producir la erosión observada.
El canal erosivo que atraviesa el estrecho tiene unos 500 m de profundidad y hasta 10 km de anchura, y se extiende a lo largo de unos 200 km entre el Golfo de Cádiz y el Mar de Alborán. La sección del surco carece de la forma de V típica de los valles fluviales, mientras que sí tiene la forma de U que caracteriza al canal de inundación por donde circula el agua de un río. Ahora bien, si el surco corresponde con un canal de inundación, imaginándolo lleno de agua descendiendo una pendiente del 2% hacia el fondo del Mediterráneo seco da una idea de la magnitud de aquel evento.
Los cálculos basados en la erosión medida en ríos de montaña confirman que la erosión no fue producida por un río durante la desecación del Mediterráneo, sino por un enorme flujo de agua, unas 1000 veces mayor que cualquier río que conozcamos hoy en día, rellenando de agua el Mediterráneo en sólo un par de años, con velocidades de subida del nivel de hasta 10 m/día.




Noticias relacionadas:
[1] Relanzamiento del proyecto de túnel en el Estrecho (El País).
[2] Problemas en la proyecto del túnel (El País).